La amigdalina, también conocida como vitamina B17, es un compuesto presente en las semillas de diversas frutas, como los albaricoques, las almendras amargas y los huesos de melocotón. Se ha estudiado por sus posibles efectos en el tratamiento del cáncer, pero su eficacia y seguridad siguen siendo controvertidas. La amigdalina se metaboliza en el organismo para liberar cianuro de hidrógeno, al que se le atribuyen propiedades citotóxicas. Algunos estudios han sugerido que la amigdalina podría tener efectos anticancerígenos al atacar y destruir selectivamente las células cancerosas. Sin embargo, muchos otros estudios no han demostrado su eficacia, y la evidencia científica rigurosa que respalda su uso como tratamiento único contra el cáncer es limitada. Cabe destacar que el uso de la amigdalina como tratamiento contra el cáncer se considera controvertido y no cuenta con el respaldo de expertos médicos. No está aprobado por agencias reguladoras como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Además, el consumo de altas cantidades de amigdalina puede ser tóxico e incluso mortal debido a la liberación de cianuro en el organismo. Debido a esto, se recomienda encarecidamente evitar el consumo de productos ricos en amigdalina o el uso de suplementos de amigdalina para el autotratamiento del cáncer o cualquier otra afección sin la orientación y supervisión de un profesional de la salud calificado.
Medicina tradicional: Ciertos sistemas de medicina tradicional, como la medicina tradicional china, han utilizado la amigdalina por sus reconocidas propiedades medicinales. Se ha utilizado para afecciones respiratorias, tos y como tónico general para la salud. Sin embargo, la evidencia científica que respalda estos usos es limitada. Propiedades analgésicas: Se ha sugerido que la amigdalina tiene propiedades analgésicas (analgésicas) y se ha utilizado para el manejo del dolor en la medicina tradicional. Nuevamente, se necesita más investigación para validar estas afirmaciones. Es importante enfatizar que no se recomienda el uso de amigdalina como tratamiento contra el cáncer ni para ninguna otra afección sin consultar a un profesional de la salud calificado. El autotratamiento con amigdalina puede ser peligroso debido a la posible liberación de cianuro en el cuerpo.